jueves, 3 de junio de 2010

-"¿Cuándo se deja de ser ídolo?"-

   La salida de Maz del equipo es un golpe duro para el Necaxa, viéndolo desde un punto objetivo quizás 2 millones de dólares sea mucho dinero, pero hay cosas que valen más que eso, como el entendimiento con sus compañeros y la adaptación al sistema de juego del técnico. A lo mejor los directivos no le dieron mucha importancia a uno de los aspectos más importantes en el fútbol, como la identificación de los colores. Con el paso del equipo por la liga de ascenso ya se estaba poco a poco volviendo a ver ese tipo de mística en el que uno como aficionado ya no veía a jugadores como Maz ajenos a la institución, es decir que trajera la sombra de su equipo anterior, sino que ya se le empezaba a ver como Maz el del Necaxa, y eso es muy difícil de conseguir en estos tiempos.

   La falta de jugadores institucionales y arraigados en un equipo están en peligro de extinción, y la mayoría de las veces es más que nada por negocio de los equipos, que por decisión propia del jugador, como el caso de Vilar. A veces los jugadores ni se enteran si van a regresar en 6 meses aunque hayan hecho las cosas bien, esto hace que sea difícil para un aficionado ver que se entreguen totalmente a unos colores. Aun hay casos destacables de longevidad en los equipos, pero para ser honestos se ha descuidado mucho ese sentido.

   Pasando al caso de Aguinaga, ahora muchos necaxistas están tirándole con todo y tumbándolo del pedestal en el que alguna vez lo tuvieron, todo esto causado por su contratación de auxiliar técnico en el América. Hay algunos otros que siempre tuvieron la certeza de que él quería estar allá y nunca lo miraron con muy buenos ojos, al grado de nunca considerarlo realmente como el ídolo o icono necaxista de los 90’s, a pesar de que pasó la mayoría de su carrera portando y defendiendo los colores rojiblancos. Y la verdad es que uno no puede decidir en si, quien es un ídolo o quien no lo es para una afición, es por eso que tampoco podemos satanizar a nadie por el simple hecho de no ver a Aguinaga como ídolo o en el otro extremo, verlo como el máximo ídolo.

   Todo esto nos lleva al dilema ¿Hasta cuándo se deja de ser un ídolo? La respuesta para algunos es “hasta que juegue en el América”. Pero hay que entender una cosa, esto es futbol profesional, y Alex cumplió como todo un profesional, que si se quería ir al América desde antes, ese es su problema; sin embargo hay que agradecerle que al contrario de jugadores chiflados como Gracián, Suazo y hasta Guille Franco (por poner al Monterrey de ejemplo), Alex nunca anduvo haciéndole un pleito o grilla interna a la institución para salir del Necaxa, el siempre se entregó al equipo como todo un profesional.

   Sé que muchas personas en estos momentos califican de traidor a Aguinaga, y no lo defiendo pero como lo había dicho anteriormente, si piensas que por estar en el América ya dejó de ser ídolo, es una opinión que se respeta y es personal. Sin embargo, si le vas a rayar la madre a Aguinaga, que sea porque actualmente es del América, no porque pienses que no merezca ser ídolo necaxista por su nuevo puesto en Coapa.

   Porque hay jugadores que “quieren” la camiseta y se convierten en “ídolos”, sin embargo su paso por el equipo fue intrascendente, como por ejemplo Gaitán con los Tigres, difícilmente un jugador de futbol puede consagrarse como un ídolo, sin haber levantado una copa. Es por eso que al menos para mí si viene un hermano necaxista a decirme que el máximo ídolo rojiblanco es Aguinaga, difícilmente voy a poder contradecirlo, después de haber recordado esto:


   Porque es muy claro que en el Necaxa, para bien o para mal, hasta que no llegue otro jugador como este, Aguinaga seguirá con ese estatus para muchos aficionados, y es ahí donde se marca la diferencia entre un candidato a ídolo y uno verdadero. Como por ejemplo Rodallega, que no por besar la camiseta y salir hacia Europa ya es automático el considerarlo ídolo; en mi opinión, el es solo un buen jugador que pasó por el equipo.

   Porque es muy claro que en el Necaxa, para bien o para mal, hasta que no llegue otro jugador como este, seguirá con ese estatus y a pesar de sus nexos amarillos seguirá siendo el ícono y referente principal del necaxismo en muchos aficionados. Es ahí donde se marca la diferencia entre un candidato a ídolo y uno verdadero, como por ejemplo Rodallega, que no por besar la camiseta y salir hacia Europa ya es automático el tener que considerarlo ídolo; en mi opinión, el fue solo un buen jugador que pasó por el equipo.


 -*AHF-

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